El huerto nació como una rama de Seco. Significaba otra forma de expresar lo que su comunidad buscaba, el crear alternativas a la que parece que es la única opción de modelo social. Desde la primera semilla se convirtió en un espacio en el que los vecinos compartían su tiempo y su energía. Crecían y aprendían de forma horizontal mientras el proyecto iba tomando forma. Porque la clave es que el huerto no es el objetivo principal, sino todo lo que se consigue gracias a él, teniéndolo como excusa para crecer como personas y crear redes.
En cuanto a nosotros, descubrimos algunas plantas que no nos sonaban, plantamos un poco de perejil, albahaca y unas berenjenas que van a salir como sandías. También pudimos compartir lo que hemos utilizado en otras construcciones para hacer un soporte para los tomates.
Seguiremos en contacto con el huerto…¡hay que asegurarse de que crezcan esas berenjenas!
Por cierto, si queréis saber más acerca de esta iniciativa, pinchad aquí: Huerto Urbano de Adelfas.-
Rover Clan Kilimanjaro
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