El día 16 volvimos a levantarnos temprano porque el segundo
grupo de trabajo tenía que reunirse a las 10:00 para preparar sus propuestas.
Los grupo de trabajo se dividían en tres partes: el empleo y
desempleo dentro de la Unión Europea, la importancia de la implicación de los
jóvenes y su participación en las elecciones y la posición de la Unión Europea
en el mundo.
Los demás, que teníamos un rato libre, fuimos a comprar los
ingredientes para preparar la comida de la noche española.
Después de la comida, nos ofrecieron pasar la tarde en la
playa, pero no pudimos ir porque teníamos que cocinar tortilla y pantumaca y
preparar el jamón, el queso y las aceitunas para las tapas de la noche
española. De todas formas, por lo que contó la gente de los demás países, no
nos perdimos gran cosa, porque se puso a llover según bajaron de los autobuses.
Cuando volvieron, como nos había sobrado tiempo y ya había
dejado de llover, salimos a la puerta del albergue a tocar la guitarra mientras
esperábamos a que los demás se ducharan.
Al terminar de cenar, empezamos la noche española, en la que
explicamos el funcionamiento del Grupo, con vídeos de anteriores proyectos en
Pisa, Portugal y Polonia. También hicimos un pequeño trivial sobre España antes
de poner el vídeo de presentación, y Cayetano recitó “Romance sonámbulo”, de
Federico García Lorca, levantando aplausos y vítores por parte de todos los
participantes del intercambio, e incluso algunos de ellos (y nosotros) se
emocionaron por la efusividad y la ilusión que puso.
Luego nos grabamos cantando el cumpleaños feliz a José Luis y volvimos al albergue a dormir.
El día 17 por la mañana fuimos a visitar el Parlamento de
Ponta Delgada, donde el subsecretario del ministerio de asuntos exteriores de
las Azores nos explicó el funcionamiento del sistema político de la región y
pusimos en común las distintas realidades políticas y sociales de nuestros
países.
Después, fuimos a comer, y tras un ratillo de sobremesa nos
llevaron a visitar una plantación de piñas en la que nos explicaron su proceso
de plantación y crecimiento y nos dejaron probar una de sus exquisitas piñas.
También los llevaron al palacio de Santa Ana, que estaba en lo alto de una
montaña y tenía un mirador desde el que había unas vistas estupendas de una
parte de la isla y el mar. Por último, paramos en un puerto artificial donde
nos tomamos un helado viendo el mar y disfrutando del sol que tanto habíamos
estado echando en falta.
Esa noche, los rumanos prepararon la noche típica en una galería
de arte llamada Arco 8. Probamos su deliciosa comida, bailamos sus bailes
tradicionales y pudimos pintar en algunos pequeños cuadros en las paredes de
una de las salas.
El dueño del local nos presentó Sakura, la asociación con la
que solía trabajar y con la que el Grupo ya había hecho varios proyectos, y nos
enseñó un vídeo en el que pudimos ver a varios miembros del Grupo participando
en un proyecto de Sakura en 2002.
El intercambio está llegando a su fin, pero todavía nos quedan muchas canciones, visitas y viajecillos en autobús para seguir descubriendo los rincones de esta isla.
Saludos desde las Azores,
Karla y Nacho
Clan Rover Kilimanjaro.
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