"Obra de tal manera que trates a los demás como un
fin y no como un medio para lograr tus objetivos"
Immanuel Kant
El pasado domingo fue 5 de diciembre, día internacional del voluntariado desde que la ONU así lo instituyese en 1985. Desde entonces muchas cosas han pasado y muchas no muy buenas, pero sin embargo el voluntario sigue siendo el mismo, aquél que lleva un estilo de vida basado en el compromiso con los demás y que siente una recompensa en su trabajo distinta a la económica. Decir eso a día de hoy es, verdaderamente, decir mucho. Parece que estamos envueltos en una bruma de consumo, y que la única forma de moverse es pagando, sin que haya un sólo rincón en el que no se nos pida una acuciante suma de dinero; y sin embargo, contra todo pronóstico, hay una figura que sopla contra la bruma. El voluntario sobrevive a los años, a la lógica de un mundo desquiciado y a los intereses de un sistema dormido. Él es quien dice con sus obras que no hemos perdido el mundo y que hay un camino distinto para andar con el resto, en el que no existen dividendos de poder y no se impone una tasa a las transacciones humanas. Es la fiel expresión de que queremos un mundo distinto y sobre todo de que creemos en él.
El voluntariado tiene un día en el calendario, el voluntario 365.
pd: recordamos una antigua entrada: la ley del voluntariado.