Apenas nos damos cuenta cuando nos sucede, pero terminar la etapa de clan es quizá el mayor cambio en nuestra vida scout, el mayor desafío. Así que mucho ánimo y fuerza, no desistáis, afrontad el camino con una sonrisa, apoyáos en vuestros compañeros, sed humildes, siempre tratad de comprender a los niños, no tengáis miedo a preguntarles, es más, hacedlo siempre que podáis, jugad con energía para que ellos jueguen, mostradles qué es ser scout cuando uno no lleva uniforme, pero sobre todo, por encima de todas las cosas, no olvidéis nunca que un día fuisteis el castor nuevo, el tropero gamberro o el lobato callado, y que algún día ellos serán claneros a punto de empezar su propio desafío como monitores y que entonces recordarán lo que aprendieron con vosotros en su día, para enseñárselo a otros, como nosotros, con mayor o menor resultado, hemos tratado de enseñároslo a vosotros.
Adiós...
...y bienvenidos.